Hipertexto
Camilo Ayala Ochoa
Como expresa Jaime Iván Hurtado podemos embellecernos e incluso asustarnos con la tecnología del mundo digital, pero un editor preguntará ¿cómo concretar bajo una perspectiva estratégica, un plan de negocio o un proyecto específico?
El camino editorial va de la expresión de ideas, conocimientos o sentimientos a su propuesta comunicativa, de la propuesta comunicativa a los espacios de distribución y, de la distribución al lector; sin embargo, también es necesario editar las nuevas tecnologías, estudiarlas y transformarlas en un modelo de negocios.
En 1876, Alexander Graham Bell se apropió el telégrafo parlante de Antonio Meucci, sin embargo, cuando Bell lo mostró al público, a su suegro Hubbard le pareció sólo un juguete, el presidente norteamericano Rutherford B. Hayes no pudo imaginar quién podía usarlo y hubo quien opinó que los británicos no necesitaría aquel artilugio porque tenían gran cantidad de muchachos mensajeros.
Cuando el teléfono se presentó como una solución comunicativa, cuando se institucionalizaron las prácticas del mensaje telefónico, cuando se editó, entonces pudo difundirse y ser un medio. Lo mismo pasó con el papel electrónico, que es la base tecnológica de los lectores electrónicos, que han posibilitado el desarrollo de los libros electrónicos tanto en la multiplicación de contenidos como en el enriquecimiento de las propuestas gráficas y las aplicaciones.
El trayecto para editar la tecnología va de la innovación tecnológica a la conciencia de su aplicación, de ello a la propuesta y de la propuesta a su socialización. Editores, impresores, libreros, bibliotecarios deben buscar, de manera audaz, más y mejores ofertas de comunicación ante las nuevas rutas de la ciencia y la tecnología.
Los editores no están solos en esto, hay empresas como HiperTexto que ofrecen a los sellos editoriales, la construcción de su propio canal digital, el sumarse a sistema global de distribución de contenidos o entrar a todo un ecosistema digital de distintos formatos.