Esta entrevista es importante porque vuelve a colocar al autor en el centro del debate de la explotación de la obra en nuevos terrenos comunicacionales. No debemos olvidarnos que cuando se habla de libertad de expresión y de libre difusión del conocimiento, el principal jugador es el autor, si no pasa por la decisión del autor el libre acceso a su obra o parte de la misma en las redes, se estará cometiendo una injusticia.
Por un lado, en este amplio debate en el que está en medio la ley, son los distribuidores de contenidos digitales quienes están explotando la relativa libertad que existe ahora y por otro lado son los procesadores de contenidos, es decir los editores de libros (los grandes sellos editoriales sobre todo), así como los productores de obras cinematográficas o discográficas representados por otros sellos corporativos quienes están en contra de la difusión poco regulada en la red, pero vale la pena preguntarnos: ¿Y dónde está el autor?
Acotemos que en ambos casos, en esos extremos que se debaten en una tensión incluso con la ley de por medio a favor en el modelo de edición pre digital, el autor siempre ha estado desprotegido. Más ahora que hay nuevos modos de difusión e interconexión del texto, la imagen y el sonido y que la ley está en crisis porque la tecnología a avanza de manera vertiginosa, es el autor al que se tiene que recurrir.
No son los sellos que conocemos, Google de un lado, tal vez Sony del otro, los que se tienen que sentar a la mesa para llegar a consensos de nuevos modelos regulatorios, no son ellos o quizá sean parte de un conjunto de actores, porque el principal protagonista es el autor, la pregunta es ¿Será tomado en cuenta?