Muchos saludamos con entusiasmo la llegada de Carlos Anaya Rosique a la Presidencia de la CANIEM, porque se trata de un editor, maestro de editores, un hombre que ha hecho escuela, que sabe del negocio y es sensible a las necesidades de los lectores, los autores y los profesionales. 

Su presencia, como él advierte, es símbolo de un cambio generacional, en la que los dueños de las empresas editoriales dejan el paso a los directivos que responden ante un Consejo de Administración, son personas cuyo mérito para dirigir las empresas, no es tener el apellido de sus fundadores.El gremio del libro pasó de ser de familiar a profesional, esa es su fortaleza, su espacio de oportunidad, hay un dicho que indica “abuelo arriero, hijo caballero, nieto pordiosero”, que nos advierte del peligro de heredar riquezas sin que estén acompañadas de valores. ¿Cuántas editoriales y librerías en México se desbarrancaron por no tener una organización permanente? 

Thierry Discepolo en La traición de los editores*, nos explica que la mayoría de los editores ya no creen en las leyendas que la profesión alimenta para darse ánimo no cree en los buenos libros, pero viene Carlos Anaya, orgulloso de ser editor, a reiterar el papel del servicio de la Cámara y a decir que su esfuerzo será poner al libro en el centro de la atención nacional. Es claro que una sociedad no puede tener futuro sin el desarrollo de una pieza fundamental para el ecosistema cultural y el sistema educativo, que es el medio editorial. Concibe Anaya a la Cámara como un organismo vivo, propositivo e innovador, lo que ya nos dice que trabajará para preservar el futuro del gremio, por lo que puede y debe ser, y ese trabajo, sólo será probable y posible con la participación responsable de todos los agentes del libro. Los editores que pertenecen o no a la Cámara y quienes participan de la cultura editorial, como libreros, impresores, bibliotecarios, es decir, todos los que creemos con esperanza en el poder transformador del libro.

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 * Discepolo, T. (2013). La traición de los editores (1.^a ed.). TRAMA.