Cultura manuscrita: el copista
Leonardo Funes
Doctor en Letras, profesor de Literatura Española Medieval...
Síntesis
Desde el siglo V hasta la invención de Gutenberg con la imprenta en 1440, la forma común de reproducir el conocimiento escrito era a través del trabajo del copista. Desde el Antiguo Egipto existían los ya conocidos escribas, quienes eran considerados valiosos y pertenecían a Jerarquías altas por su complejo conocimiento jeroglífico. Conforme el tiempo se crean los centros monásticos, espacios de salvaguarda y reproducción del libro, lugares de puertas cerradas, ocultos y misteriosos donde solo el clero tenía acceso. En la Edad Media, el trabajo realizado por los copistas era producido a mano, en espacios de poca iluminación y en muchas ocasiones en cautiverio. La calidad de cada “Libro” dependía de las habilidades del copista y el tiempo de trabajo era definido por el tamaño del Manuscrito, así como la cantidad de personas que trabajaban en él y en su caso, la calidad de las ilustraciones.
Entrevistados
Leonardo Funes
En cursivas
Cultura manuscrita: el copista
En el año del Señor de 651, los anales del reino visigodo de Toledo registraron como un hecho más notable, como única catástrofe cuya memoria debía preservarse para las generaciones venideras, que se había perdido un libro.
Funes, L. (s.f.) En busca del códice perdido, un viaje del siglo VII. En El viaje en busca del libro: la visión Taionis en la Estoria de España de Alfonso el Sabio.