Francia: edición universitaria
La avenida estridente en torno de mí aullaba. Alta, esbelta, de luto, en pena majestuosa, pasó aquella muchacha. Con su mano fastuosa casi apartó las puntas del velo que llevaba. Ágil y ennoblecida por sus piernas de diosa, me hizo beber crispado, en un gesto demente, en sus ojos el cielo y el huracán latente; el dulzor que fascina y el placer que destroza.
Baudelaire, C. (2008). A la que pasa. En poesiaspoemas.com.
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