La edición desde la retórica

¿Podía yo, un mexicano que aún no había escrito su primer libro sentado en una banca en una mañana de comienzos de primavera, mientras amainaba el bise, ese gélido viento que baja de los montes Jura, tener el coraje de explorar por mí mismo, con mi idioma, mi tradición, mis amigos e influencias, esa región que la figura literaria nos ofrecía considerar en la incertidumbre de su gestación? Cervantes lo había hecho en una situación cultural precisa: le dio existencia al mundo moderno al hacer que don Quijote abandonara la seguridad de su pueblo (un pueblo cuyo nombre, hay que recordarlo, ha sido olvidado) y que se aventurara por los caminos, los caminos de la intemperie, de lo desconocido y lo diferente, para perder lo que ha leído y ganar lo que nosotros, los lectores, leemos en él.

El Boomeran (2012). Cómo empecé a escribir.

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