Traductores mexicanos: Ametli
Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Monterroso, A. (s.f.). La rana que quería ser una rana auténtica. Ciudadseva.com.
No