Con humor pero también con el tacto político que le da a Nubia Macías estar al frente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara desde el ámbito desde la dirección, nos dice en este programa y yo no puedo estar en desacuerdo con ella que más allá de sus singularidades todas las ferias del libro en México, incluidas las del Distrito Federal tienen un carácter municipal o si se prefiere local, coincido con ella, además de que en su observación no hay petulancia sino conocimiento profesional. Nubia Macías y su equipo han hecho un trabajo espléndido para la Universidad de Guadalajara, la FIL es la gran feria del libro latinoamericana, yo lo escribí alguna vez, pero me gustaría repetirlo: si se le compara con sus otras ediciones, la evolución de esta feria no está a discusión, tiene espacios perfectamente organizados, en sus salas de múltiples capacidades se cuenta con una programación no sólo enfocada a la presentación de novedades editoriales, sino al trabajo especializado que se realiza en las universidades. La FIL es un negocio redondo que le permite al editor enterarse y participar en el desarrollo de una industria cambiante, inmersa en una dinámica global que enfrenta, por añadidura la cohabitación con medios nuevos y con sustratos de almacenamiento binario que aunque no le quiten el sueño a nuestra querida invitada, están prontos a reconfigurar muchas prácticas, entre ellas, la organización de las ferias y es justamente en la FIL donde cada vez encuentro más espacios para las nuevas formas de transmisión del conocimiento articulado.
Cómo será la FIL en diez años, no lo sé, pero me la imagino con más pantallas que libreros y no sé si eso sea para bien o para mal.