Desde mayo de 2015 he participado con esta sección en Interlínea: Cultura editorial, programa que ha cumplido ocho años de transmisión radiofónica. En mis cerca de cincuenta colaboraciones me aboqué a brindar el contexto de lo planteado por cada personaje entrevistado, brindando siempre información del origen y la historia de algún asunto a partir de un eje temático, y recurriendo no sólo a la historia de la edición y la cultura, sino también a otras disciplinas que nos dan mayores luces para comprender mejor el tema en cuestión. Esto, por supuesto, me ha conllevado el realizar múltiples relecturas y reflexiones para ofrecer un panorama breve pero suficiente del tema y, en lo posible, provocar también que los radioescuchas se acerquen a obras y autores que enriquecen nuestra comprensión del quehacer editorial, del libro, la lectura y la generación, transmisión y apropiación del conocimiento y la cultura en torno al gran invento humano que es el libro en sus diversas formas a lo largo de la historia y las culturas.
La riqueza de este programa ha sido una aportación invaluable al convocar a múltiples profesionales del ámbito libresco, desde autores y profesionales de la edición, hasta libreros y promotores tanto de lectura como de comercialización. Ha dado cuenta de la gran bibliodiversidad que hay en la actualidad reuniendo voces que no sólo comparten su conocimiento y experiencia en el área de su especialidad, sino también su perspectiva sobre el presente y porvenir del libro y la lectura.
Ahora comienza una etapa nueva para este proyecto, creado y dirigido por Sofía de la Mora Campos, estupenda colega en la edición y la docencia, y amiga entrañable desde hace años. A ella le agradezco enormemente el haberme invitado a colaborar con mi sección “Pie de página”, la cual concluye con la presente participación. No obstante, seguiré contribuyendo en otras áreas de este magnífico programa, que sigue expandiendo sus alcances y horizontes, y que seguirá convocando e inculcando el humanismo en el mundo del libro y la lectura, en esa praxis cotidiana que nos permite desarrollar mayor destreza, pero también una creciente conciencia de nuestro ser y quehacer de cada día.