La larga trayectoria de Carlos Fernández Ballesteros, en el campo del derecho de autor, le da la autoridad para tratar este tema en el contexto de los medios digitales, sin embargo, sigue preocupándome que los expertos en derecho, hablen simplemente de un cambio de soporte o que pronuncien frases como: “Los mismos principios que regían el mundo analógico, siguen en el mundo digital”, y me preocupan estas frases, porque ante lo que estamos, es frente a nuevos medios de comunicación, nuevos modelos de negocio y, principalmente, nuevas formas de transmisión del conocimiento aunque les digamos, a algunas de ellas, libros digitales. Entiendo que los especialistas en temas jurídicos tengan la legítima aspiración de defender los derechos de autor, pero me inquietan frases como: “no hay nada nuevo bajo el sol, con el hecho de que haya una nueva tecnología”, pues para mí, es justamente lo contrario; las nuevas tecnologías de la información están poniendo de cabeza no sólo a los abogados, sino a todo el circuito que entra en operación desde que un autor o un conjunto de estos, tienen una idea, hasta que la llevan al público.
Si las tecnologías para producir una idea y distribuirla han cambiado radicalmente, los abogados tendrían primero que entender cómo se dan esos procesos y después tener una revisión profunda de cómo hacer funcionar los principios del derecho de autor, en un planeta que se separó de la órbita tradicional y cuyos movimientos responden a nuevas lógicas para las que hay que estar preparados.
Terminaría diciendo que la crítica que hizo nuestro distinguido invitado a las Creative Commons, adolece de parcialidad, pero sobre todo de una absoluta incomprensión de un medio sobre el que diserta, con autoridad, sí, pero con la autoridad que proviene de la comprensión del mundo analógico.