Hipertexto

Camilo Ayala Ochoa

Camilo Ayala
Historiador, editor y escritor.
Fundador del Banco de Información de Historia Contemporánea del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Universidad y cultura del libro

Lo que llama la atención de Alejandra Stevenson es su preocupación por la producción del libro universitario chileno porque ponga el acento en un perfil académico. No le gusta el catálogo universitario con libros de difusión y menos con libros infantiles, piensa que las editoriales universitarias que lo construyen sólo buscan el enriquecimiento financiero. Al contrario, mucho de lo que editan las universidades en México tiene que ver con la difusión de la cultura y las colecciones más representativas son de creación literaria, sólo que hay mirar los fondos de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Guadalajara y la Universidad Veracruzana. Desde el principio de la dictadura de Augusto Pinochet a cada universidad chilena se le asignó un Rector que designó a las autoridades académicas y administrativas, y las normas y programas universitarios fueron intervenidos. Después de la dictadura las universidades estatales y privadas chilenas han luchado por establecer una política editorial enfrentando la falta de financiamiento. No sólo hay en los editores chilenos la responsabilidad de mantener un catálogo con un buen nivel académico, sino que además de amplio recursos económicos de tal manera que puedan recuperarse con un margen de ganancia que permita la inversión de nuevos proyectos, y por supuesto el principal problema es la promoción. En historia del libro en Chile, Fernando Caseus expone que Juan E. Garfia durante la oración inaugural de la Universidad de Felipe en 1804 dijo que era una ocasión de desligarse en una época en que, y cito: “son los libros el bien menos interesante”.

Siete años después llegó de Nueva York a Valparaíso una imprenta de la que saldría el primer periódico chileno. Más allá de que esto muestra la liga entre la universidad y la cultura del libro, según lo que nos cuenta Stevenson, esa visión utópica de un Chile orientado al conocimiento a través de la lectura pervive en nuestros días.