La puesta en página
Alejandro Tapia Mendoza
Definitivamente los nuevos medios, especialmente a partir de la revolución digital, parecen haber cambiado las formas de comprender la labor editorial, así como también los modos de lectura y de producción artística. Un poema, por ejemplo, es tradicionalmente concebido como un texto que está inscrito en una página impresa, a partir de la cual las imágenes y metáforas, así como los ritmos de las palabras, nos permiten atisbar en las nuevas sensaciones y pensamientos que nos produce el mundo que habitamos. ¿Pero qué sucede si eso a que llamamos ‘lo poético’ se despliega más allá de la página y se pone de manifiesto en sonidos, imágenes gráficas, pantallas en movimiento, desarrollando nuevos surcos para su manifestación? ¿y más aún, qué sucede si el lector puede interactuar con el autor en el seno mismo de esa labor, haciendo que se generen nuevos resultados y experiencias?
Tal escenario es el que los medios digitales permiten, generando una noción de la escritura más líquida y fluída, que a su vez produce otras formas de intercambio que ponen en jaque los hábitos tradicionales de la tradición editorial, sobre todo cuando aparecen las plataformas en línea que vuelcan el proceso hacia otras fronteras. Esa revolución digital ha comenzado a su vez a formar a un nuevo tipo de autor, a un nuevo tipo de ‘escritor’ o de artista que explora esas posibilidades y encuentra un nuevo camino en el cruce de esos variados formatos y de los intercambios que ellos producen. Ese es el caso de Rocío Cerón, una artista mexicana que ha entrado en ese entramado de manera decidida a través de una labor poética transmedia y en la cual el rango de acción que parecía dividir al autor, al editor y al lector, o que separaba al libro de otros formatos de comunicación, parece diluirse para dar lugar a un nuevo sistema donde lo poético se despliega en distintos lenguajes, en tiempos simultáneos y en llamadas entrecruzadas que ya no se limitan al libro sino que toman a éste como uno de los ejes posibles dentro de muchos otros para expresarse.
En la entrevista para Interlínea Rocío Cerón nos habla de cómo se vive ese escenario desde dentro, cómo se reconfigura la noción de lectura y de escritura, cómo se da presencia a los lectores en el proceso y cómo se gestionan proyectos dentro de este marco contemporáneo, donde la poesía encuentra otras salidas que tienen todavía mucho terreno para la exploración. También nos habla de las resistencias o de los retos que esta labor plantea, o de los cuestionamientos o relativizaciones que estas formas de producción artística traen para los enfoques tradicionales.
En el momento actual, además, donde los efectos de la pandemia nos han llevado una experiencia más incisiva en nuestra comunicación a través de las pantallas, su enfoque se vuelve más que pertinente pues justo esa circunstancia ha potenciado ese espectro que ella venía explorando desde antes. Parece ser que el entorno digital ha entrado a formar parte de nuestra experiencia cotidiana y que los artistas tendrán que reconfigurarse en ese terreno para establecer las conexiones que hoy se hacen necesarias. Y lo mismo vale para el editor y para el lector, quienes ya están comenzando a ser cada vez menos lo que pensábamos que eran antes. Rocío nos invita a entrar en esta nueva configuración sin el miedo que habitualmente nos invade cuando pensamos en ello.