Blanco y negro

Modos y dispositivos de lectura

No es la primera vez que expertos como Azucena Galindo y otros representantes vinculados a programas de mediación de lectura en varios niveles se refieren de manera crítica al sistema de medición lectora que se practica en México y que toma como unidad de medida al libro. Este método tendría que revisarse y se tendrían que incorporar otras unidades porque si bien en México se lee poco, parece ser que no se lee “tan” poco.1

Por otro lado no se trata de desconocer la realidad, sino de comprenderla más ampliamente, qué se está leyendo, cómo se está leyendo y para qué está sirviendo la lectura. Provenimos de un país con una fuerte tradición oral, pero quizá por ello cuando hay una buena mediación se forman individuos que salvo circunstancias muy extremas, nunca abandonan la lectura porque la incorporan como una necesidad en su vida, hay muchas clases de lectores pero aquel que incorpora el libro a su experiencia vital es quizá el lector que más atesora y parafraseo a nuestra invitada al libro como objeto y como contenedor de mundos nuevos.

Así como hay muchas clases de lectores, también hay muchos países en uno solo, está el México hipertecnologizado pero también está el México marginal, llevarle a ese México colecciones de libros y ofrecer la mediación para que comunidades alejadas de la lectura atesoren los mundos que encierra el Códex2 es una de las múltiples acciones que IBBY de México emprende y que por supuesto deben aplaudirse.

-----------------------

1 Cfr con: García, Néstor., Pérez, Carmen., López, Andrés., Zirión, Antonio., Nivón, Eduardo., & Gerber, Verónica. et al. (2015). Hacia una antropología de los lectores. Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana.

2 Interfaz de lectoescritura en formato material o binario que se despliega en dos: libros, revistas, dípticos, etcétera.

 

Esta columna apareció en